domingo, 7 de abril de 2013

Hoy cumplo 2 años!!



Mi 33 cumpleaños me regaló una vida nueva con mi diagnóstico de cáncer, así que como a veces los regalos vienen envueltos en extraños embalajes, os contaré que este nuevo compañero de viaje también me ha traído muchas cosas que realmente hoy considero el mejor regalo del mundo!

No me he vuelto loca, y creedme que lo he pasado mal, muy mal, y que aunque yo soy una afortunada, se que esta lucha no siempre se gana. A mi también me ha tocado llorar pérdidas que se quedarán marcadas en mi corazón.


Pero gracias a esta etapa en mi vida, he conocido gente honesta, y generosa. Gente que se preocupa de verdad por el prójimo sin importarle lo diferente que pueda ser de uno mismo, gente solidaria, gente que se implica en ayudarte, gente que ama de verdad, gente que ayuda de verdad, gente que te enseña con solo una mirada... gente que habla tu mismo idioma, y te entiende porque "simplemente" se paran de verdad a escucharte.

Y eso es una gran lección que la vida te deja ver si tienes los ojos abiertos. Así que cuando el cáncer me paró el ritmo y me obligó a ir al paso de las hormiguitas, en realidad ese es el paso al que deberíamos mirar la VIDA, la que se escribe con mayúsculas porque es la que te da la felicidad de las cosas pequeñas. Porque no valoramos lo que supone subir una escalera hasta que tu fuerzas te enseñan que eso en si, puede ser un logro. Y después de eso ya no vuelves a ver la escalera como antes.... y todo cambia.


Hoy cumplo 2 años de una nueva VIDA, y quiero acordarme de todo lo bueno, porque lo malo ya lo pasé y no lo voy a volver a pasar.

Y quiero dedicar estas palabras a la gente que de verdad me ha apoyado en el camino, mi madre, mi hermana y mis amig@s... pero sobretodo quiero acordarme de las nuevas amistades forjadas ante esta misma situación, mis pelones peleones y mis chicas del batallón de "oncochungas", y en especial Clara que el año pasado escribió por mi un post en mi cumpleaños, porque estubo ahí antes de que yo lo necesitara, y yo bajé un poco la guardia y allí estuvo ella para levantarme y seguir un camino que continuaremos construyendo juntas muchos muchos años. Regalos como la amistad verdadera no tienen precio y si por eso tengo que dar gracias al cáncer, pues que así sea!

Me hubiese encantado descubrir todo esto en otras circunstancias, y estas amistades haberlas hecho en un bar, pero ha sido así, y como mi amiga Clara me ha enseñado de unos proverbios hindús: "Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido". Así que yo no voy a ser la que pierda el tiempo lamentándome de lo que el cáncer me ha quitado, y me quedaré con las cosas buenas del duro camino andado!!!